lunes, 6 de diciembre de 2010

Los adolescentes y el alcohol

María Alonso González 

Para los adolescentes el alcohol es como un "quitapenas" que permite esquivar los límites que la realidad impone y acceder a un mundo que ofrecería mejores condiciones de sensación.
La adolescencia es un momento de "transición" entre la pérdida de los padres como educadores principales y la búsqueda o el encuentro de otras nuevas figuras, deseos y sensaciones. A todo esto también se suma el enfrentamiento con un mundo que cada vez se les va haciendo más complejo.
Los adolescentes afrontan en esta etapa el erotismo, los encuentros sexuales... que los atemoriza, pero en silencio. En diferentes pueblos y culturas, encontramos ceremonias y rituales de iniciación como forma de marcar en lo simbólico este pasaje de la niñez al "mundo adulto".
Es posible que en nuestra cultura actual, el alcohol juegue algún papel para los adolescentes "se es grande" por estar "tomando alcohol" o por estar borracho. Por otra parte, el alcohol "suelta la lengua" y "da ánimos" para "encarar" el juego de la seducción inicial.
El alcohol es una droga socialmente aceptada y esta droga daría, desde la consideración de los jóvenes, la fuerza y el valor necesarios para los primeros encuentros sexuales tan deseados y tan temidos. Entonces, se arman de un escenario: la discoteca, las carpas o en cualquier parque o lugar donde hacer el denominado “botellón”, en el cual beber para así poder estar en un estado de borrachera, sentirse grandes y pensar que están haciendo cosas de personas adultas.
En mi opinión, creo que no hace falta estar borracho para ninguna de estas cosas mencionadas, ya que el alcohol es una droga tan perjudicial como otra cualquiera y que debemos aprender a hacer las cosas por nosotros mismos, no nos tiene que hacer falta beber para ello.

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