María Alonso González
La Ley antitabaco ya es una realidad desde el día 2 de enero de 2011.
Esta Ley ha causado mucha polémica entre fumadores y no fumadores.
Mi opinión es que esta Ley es muy contradictoria ya que muchos bares en 2010 con la antigua Ley reformaron sus instalaciones con el fin de habilitar una zona para los fumadores y un año después,no les sirve para nada.
También desde que esta Ley entró en vigor los bares han perdido muchos clientes fumadores, aunque también acuden a ellos más clientes que no lo son.
Lo que también me parece un exceso es que los que vayan a discotecas y fumen se tengan que salir a la calle para fumar, con el frío y la lluvia en invierno.
Aunque por experiencia propia los fumadores salen y no les importa el frío ni nada, es increíble como se llenan todos los días las terrazas de los bares, hasta cuando hace frío, y las puertas de aquellos bares que no tienen terrazas.
La polémica creada con esta Ley ha dado lugar a reacciones diferentes, de fumadores y de no fumadores.
Los fumadores dices cosas como:
"No tienen suficiente los no fumadores con los espacios y bares sin humos."
"Es increíble la cantidad de cosas que ocurren en este país y la caña que nos dan a los consumidores de un producto no solo legal sino que además aporta tanto dinero a este país, eso sí mientras tanto callejero nos enseñan los barrios marginales con descampados donde se pinchan y dejan tiradas las jeringuillas. Pero claro los inspectores de sanidad por ahí no los veras, están muy ocupados en ver si usted está fumando en un bar para poder meterte un sablazo a la cartera cada vez más jodida por no tener trabajo y al paso que va cada vez peor."
Mientras que los no fumadores responden con cosas como:
"¿Y mi libertad para no aspirar el humo de los fumadores? ¿Dónde está? No se les está impidiendo fumar, se les está impidiendo fumar en lugares sociales cerrados, pueden fumar en sus casas."
Para finalizar quisiera aportar una última reflexión: por qué se prohíbe que fumemos en ciertos lugares, pero no se prohíbe la venta de tabac. La respuesta podría ser que la salud de los ciudadanos no es lo que le importa al gobierno, sino tenerlos a todos contentos y seguir cobrando los impuestos del tabaco. ¿Qué opinas tú?
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